¡Por fin!, me ha llevado mucho tiempo pero al fin he terminado uno de los proyectos que tenía empezados: un cabecero.
Con la técnica del log cabin sobre plantilla, pero no tan regular para darle un aire más divertido, he realizado un cabecero.
Lo primero fue elegir las telas, esta vez tonos marrones con toques de blanco, amarillo y naranja para darle luz al conjunto.
Después de tener el diseño con las medidas adecuadas tuve que hacer las distintas plantillas en fliselina. Corté las telas y ¡a coser!
Una vez tuve todos los bloques quedaba unirlos.
Y por último, como en casi todos los trabajos de patchwork, una fina guata para darle cuerpo, una trasera, un poco de acolchado y un bies para rematar el conjunto. Por detrás lleva una manga para introducir una barra y colgar de la pared.
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